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BrokeBack Mountain




Director: Ang Lee

Intérpretes: Heath Ledger, Jake Gyllenhaal, Randy Quaid, Anne Hathaway, Michelle Williams.

Nacionalidad: Estados Unidos

Duración: 134 minutos.

por Asier Sisniega 

Brokeback Mountain llega a nuestros cines cuando todavía está reciente la aprobación en España del matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, no podemos olvidar que hasta hace apenas unos años, con la consolidación de la transición, ha sido cuando se ha empezado a respetar a homosexuales y lesbianas. Estados Unidos y España, como otros tantos países, han compartido una tradición rural conservadora, puritana y machista que impedían cualquier liberación más allá del macho dominante. Ahora en Estados Unidos ha habido varios intentos de permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, como es el caso de Massachusetts o la ciudad de San Francisco, aunque en esta última las zancadillas han sido mayores. En Brokeback Mountain, Ang Lee, director taiwanés, tremendamente polivalente, adapta un relato corto de Annie Proulx. La propia autora publicaría más tarde Close Range, Wyoming Stories, una colección de relatos cortos entre los que se incluye el propio relato de Brokeback Mountain.

 
Ennis del Mar y Jack Twist son dos jóvenes cowboys que buscan trabajo en verano. Joe Aguirre les proporcionará uno, pastorear con más de 2000 ovejas por los alrededores de Brokeback Mountain, debiendo evitar a toda costa que las ovejas sean asesinadas por los coyotes. Para ello, uno de los dos pasará las noches entre las ovejas a fin de evitar cualquier ataque nocturno. Los largos días de verano y la soledad de aquellos hermosos parajes irán estrechando la relación entre ambos, relación ésta no muy comunicativa, ya que Ennis del Mar es capaz de pasar horas sin hablar. Tras unos primeros contactos, y pese a las reticencias y diversos tabúes provocados por motivos morales y religiosos ambos pasan un inolvidable verano de pasión. Su misión de pastoreo termina antes de lo esperado y se ven obligados a continuar con sus vidas en estados diferentes.





Si sólo conociéramos vagamente el argumento de Brokeback Mountain, pensaríamos que es una provocación situar una relación homosexual en un ámbito tan sagrado para la memoria colectiva americana como los cowboys. A lo largo de la historia del cine, algunos westerns hacían pequeñas referencias más o menos directas a la homosexualidad, aunque nunca se había podido llegar a mostrar una relación entre ellos hasta el punto que lo hace este film. La cinta aborda en sus primeros treinta minutos las dudas de dos hombres jóvenes que no se sienten totalmente satisfechos con una futura boda con sus novias, ni siquiera con la idea de tener hijos. En su interior comienzan a desarrollar un deseo por el otro, contenido por el rechazo colectivo. Ennis, el personaje interpretado por Heath Ledger es el que más se resiste a esta relación, elaborando una magnífica interpretación plena de contención y detalles. Dado el acento original de estas tierras de Estados Unidos, sería muy interesante poder ver esta película en versión original para apreciar el esfuerzo de ambos actores, en especial el de Ledger, originalmente australiano.

Tras la media hora inicial, ambos continúan con sus vidas. Jack vive en Texas con su mujer y su hijo. Del mismo modo, Ennis se casa y tiene dos pequeñas. Después de cuatro años sin ningún contacto, ambos se vuelven a encontrar y se entregan a la pasión. Durante varias décadas de su vida, regresarán una y otra vez a Brokeback Mountain, para rememorar aquel verano. Sin embargo, nunca podrán formalizar su relación, ni vivir bajo el mismo techo, y los encuentros esporádicos son más que insuficientes. La película hace un recorrido por sus vidas, la frustración de amar a una persona con la que no puedes compartir el día a día por las normas de una sociedad ultraconservadora, capaz de matar por su condición de homosexuales. Ang Lee construye una hermosa historia de amor, donde en todo momento olvidamos que se trata de una pareja de homosexuales, son dos personas que se aman, sean del sexo que sean, y ése es el mayor logro de la película, la sensibilidad y naturalidad con que es mostrado.





Jake Gyllenhaal (Jack Twist en el film) realiza también una espléndida interpretación, mucho más directa que el personaje de Ledger, con unos sentimientos más externos y visibles. Ambos sufren por igual, sólo que cada uno de ellos lo expresa a su manera, constituyendo su encuentro frente al lago y con Brokeback Mountain al fondo la mejor escena de la película. Los días de añoranza, esos días perdidos que quedan atrás y que nunca podrán compartir y recuperar. Igualmente, lo que quiere manifestar la historia es que la homosexualidad se puede producir en cualquier clase social, dentro de cualquier cultura sin importar la educación, incluso en el terreno vedado de los cowboys como reza en el título español.

Paisajes espléndidos los de las tierras de la película, en una cuidada fotografía donde se ha hecho uso de numerosas escenas digitales, especialmente para animar cientos de ovejas y el cielo. En contra de la película juega que la vida de esta pareja es narrada en dos horas que hacen que los años circulen a una velocidad estratosférica, de modo que de sus respectivas bodas saltamos a sus hijas e hijo recién nacidos, la pubertad de éstas e incluso la boda de una de ellas, todo ello excesivamente comprimido. Sólo vemos la relación con una de las hijas, la otra hija de Ennis y el hijo de Jack los perdemos por el camino. Tampoco se desarrolla el matrimonio de Jack, ni la relación con sus suegros que también habría podido dar mucho más de sí. En el caso de Ennis, su matrimonio está mejor tratado, con una buena interpretación de Michelle Williams.

Los propios actores, de 25 años Gyllenhaal y 26 Ledger, interpretan los propios papeles de cincuentones, sin demasiado abuso del maquillaje. Esto puede restar credibilidad al relato por cuyos protagonistas no pasa el tiempo, pero sería absurdo haber contratado a otros dos actores para su madurez. Ambos jóvenes están viviendo su año de mayor trabajo y éxito profesional. 




Ang Lee es un director tremendamente versátil, que traspasó fronteras con sus tres primeras películas rodadas en Taiwán, con las que obtuvo multitud de premios y dos nominaciones a los Oscar. Residente en Estados Unidos desde 1978, concretamente en Chicago, donde estudió cine y dirección teatral. Su condición de extranjero le ha llevado a analizar desde el exterior la sociedad anglosajona y tratarla en sus películas con objetividad. Es inevitable emparentar esta película con La Tormenta de Hielo, película realizada por Lee donde se analizaba la sociedad estadounidense de los años 70, la sexualidad y las relaciones interpersonales. Otras películas como Tigre y Dragón, Sentido y Sensibilidad o Hulk dan buena muestra de su capacidad para triunfar en todos los géneros, alcanzando grandes cotas de calidad. Con Brokeback Mountain se merece en la próxima gala de los Oscars hacerse con el premio a mejor director y su película alzarse ganadora de la noche.  

Como ejemplos recientes de cine de temática similar, una América profunda reacia a admitir nada externo ni las diferencias, podemos citar Demasiada Carne de los franceses Jean-Marc Barr y Pascal Arnold, donde todo un pueblo se opone a que uno de sus vecinos se relacione con una extranjera o Dogville, la primera película de la Trilogía Americana que está realizando  Lars Von Trier.

Espléndida banda sonora de Gustavo Santaolalla que completa una excelente película, plagada de sensibilidad, donde subraya el amor entre las personas por encima de la condición y el reencuentro de ambos en el lugar donde más felices eran. Muy recomendable.


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