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Cars




Director: John Lasseter

Intérpretes (Versión Original): Owen Wilson, Paul Newman, Bonnie Hunt, Larry The Cable Guy, Cheech Marin, Tony Shalhoub, Michael Keaton.

Intérpretes (Versión Española): Guillermo Romero, Víctor Valverde, Yolanda Mateos, Carlos Kaniowsky, José Escobosa, Antonio Villar, Isabel Donate.

Nacionalidad: Estados Unidos

Duración: 116 minutos.

por Asier Sisniega

John Lasseter, genio responsable de Pixar, siempre ha manifestado ser un amante de los coches. Tras un buen número de películas estrenadas con gran éxito por la factoría Pixar-Disney Lasseter se ha decidido a recrear el mundo de las cuatro ruedas en la gran pantalla. Los coches como reza en el título son los absolutos protagonistas de esta cinta, donde hasta el último personaje tiene ruedas.

 
Rayo McQueen es un corredor de carreras novato, pero de gran ambición, que participa por primera vez en el Campeonato Pistón. Rayo es la gran sensación de la temporada, sólo secundado por Chick Hicks, un corredor poco deportivo y el Rey, una auténtica leyenda viva del automovilismo que pronto cederá su cetro a algún joven que bien podría ser el propio Rayo McQueen. Tras 400 increíbles vueltas los tres corredores llegan empatados a la meta. Para dilucidar el campeón se repetirá la carrera en California, donde sólo participarán los tres vehículos implicados en el empate. En el desplazamiento a California el camión que transporta a Rayo se dormirá al volante y provocará que Rayo vague sólo en medio del profundo desierto americano. Éste llegará a la ya mítica ruta 66 donde chocará con la tranquilidad de las gentes de Radiador Springs, poco preocupadas por las competiciones, el éxito y el dinero. Su prepotencia le llevará a ser detenido, nada sorprendente tratándose de un joven arrogante que busca la fama y no respeta ni las leyes ni lo que le dicen los adultos. Como castigo deberá asfaltar la calle principal de Radiador Springs, con la consiguiente posibilidad de no llegar a tiempo a la carrera a celebrar en 7 días.





Cars comienza con una competición de carreras de un joven intrépido pero a la par inmaduro que sueña con alcanzar la gloria y ser el objeto de todas las miradas, los mejores contratos y las modelos más espectaculares. Tan sólo una semana después ese mismo corredor habrá madurado, se mostrará reflexivo e incluso ayudará a los demás. Esta transformación vendrá precedida de una vorágine de tranquilidad en un pueblecito de la Ruta 66, donde pese a su oposición hará sus primeros grandes amigos e incluso se enamorará. La conclusión de esta cinta es poco habitual en el cine americano, se aplica el “lo importante es participar”, no ganar por encima de todas las cosas y por encima de todos, sino el fair play y la amistad como cosas más importantes que lo material del dinero y lo inmaterial de la fama.

Pixar revolucionó la animación, convirtiéndose en el primer estudio que realizó un largometraje enteramente por ordenador (Toy Story), encadenando éxito tras éxito al llevar a la pantalla historias muy cuidadas, con personajes entrañables y carismáticos y sin descuidar en ningún momento unos guiones y una calidad técnica que situaban a Pixar-Disney un peldaño por encima de la competencia. Sin embargo, el contrato entre ambas terminaba y Disney sin Pixar iba a quedar en una situación muy desfavorable, por lo que finalmente adquirió el estudio de animación el pasado enero, garantizándose un futuro prometedor con la próxima Toy Story 3 que dirigirá el propio Lasseter.

En lo que se refiere a Cars, ésta es una película técnicamente casi perfecta. Se ha dotado a los vehículos de rasgos humanos, desde unos ojos hasta una boca en la parte superior a la matrícula, acompañando los gestos con los movimientos de las ruedas y de la propia carrocería. El resultado es espectacular, unos movimientos fluidos y naturales, que logran gran expresividad con leves gestos. Una idea técnicamente complicada llevada a cabo de manera estupenda. Todo en el universo de Cars son vehículos y detalles. Los espectadores de las carreras son coches, los mecánicos son coches, hasta los animales y los insectos son coches de diferentes tamaños y diferentes formas.





Cada segundo de película son guiños a otras películas de Pixar y de otras compañías, guiños mucho más indirectos que en películas como Shrek, referencias a la historia pasada de la ruta 66 y su olvido tras la construcción de las autopistas, a Monument Valley o la vida en los pueblos más remotos de la América profunda. Las propias colinas que rodean a Radiador Springs son formas de vehículos, capós o radiadores. Los paisajes están tan bien realizados, que por momentos parecen imágenes totalmente reales.

La historia refleja algo tan habitual como que los jóvenes deportistas de apenas 18 años puedan disponer de millones de euros a tan temprana edad, tener a los medios de comunicación a sus pies, así como el sector masculino o femenino. Esta ambición combinada con la falta de madurez ha llevado a cientos de casos trágicos como todos conocemos. Rayo McQueen es uno más de ellos.

Las dos carreras que se celebran en la película son magníficas, emocionantes y dinámicas. Sin embargo, la mayor parte de la película se desarrolla en Radiador Springs, donde la vida dista mucho de ser frenética. Y es precisamente esa tranquilidad la que se intenta representar en la película durante más de una hora, la falta de visitantes, la monotonía del día a día y la pesadez de los días cuando el sol cae a plomo. El efecto está bien conseguido, pero puede cansar al espectador, quien no espera que una película de animación se convierta durante más de una hora en un estudio de la decadencia de la vida rural americana, sin embargo es un acto valiente y deliberado por parte de Pixar.





Al final vuelve la vorágine y descubrimos al nuevo Rayo maduro y enamorado. La historia de amor es convencional, salvando la evidencia de que se trata de amor entre vehículos, lo cual deja de ser del todo convencional.

Cars no llega al nivel cómico y dramático de Buscando a Nemo, ni al humor más maduro de Los Increíbles. Cars no disfruta de apenas momentos cómicos y tampoco es dramática, pero con todo sigue estando un escalafón por encima de las películas de animación que producen Dreamworks y la Fox, en especial por el desarrollo de personajes y la excelencia de los detalles.

En cuanto al doblaje en Estados Unidos vuelven a contar con voces de famosos para el film, algo bastante lógico tratándose de un país poco rodado en temas de doblaje. En España como ya viene siendo habitual se toman voces de famosos circunstanciales como el presentador de la Fórmula 1 de Telecinco Antonio Lobato, los periodistas Iñaki Gabilondo, Lorenzo Milá o Hilario Pino, amén de otros muchos corredores de motos y de coches como el propio Fernando Alonso o su novia la cantante del sueño de Morfeo que interpreta el tema final de la película, tema interpretado mucho más convenientemente por Sheryl Crow en Estados Unidos. La mayoría de las voces no descolocan porque son intervenciones breves y el peso principal recae sobre profesionales, pero los invitados más que colaborar a la narración distraen del discurso, en especial Antonio Lobato, cuya reconocible voz no ayuda precisamente a la inmersión del espectador.

Cars es una magnífica película para disfrutar este verano, en un cine cuyo aire acondicionado hará temblar las gargantas más portentosas. La película cuenta con un núcleo central lento y tranquilo, lo cual puede echar para atrás a muchos y en contraposición espectaculares carreras. Si buscan un humor constante, ésta no es su película de animación. No se la pierdan.


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