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Cars 2




Directores: John Lasseter y Brad Lewis

Intérpretes (Versión Original): Owen Wilson, Larre the Cable Guy, Michael Caine, Emily Mortimer, Eddie Izzard, John Turturro.

Intérpretes (Versión Doblada): Guillermo Romero, Carlos Kaniowski, José Antonio Ceinos, Olga Velasco, Juan Amador Pulido, Juan Antonio Castro.

Nacionalidad: Estados Unidos

Duración: 106 minutos

por Asier Sisniega

John Lasseter, director creativo de Pixar y gran aficionado a los automóviles, codirigió en 2006 junto al tristemente fallecido Joe Ranft la película Cars. Para ello llevaron a cabo una laboriosa preparación, visitando numerosos circuitos de la Nascar, entrevistándose con varias leyendas de este deporte y tomando millones de fotografías, hasta el punto de reflejar en pantalla los defectos en el asfalto de algunas pistas reales. Sin embargo, la acogida por parte de público y crítica fue la más tibia hasta la fecha en la historia del estudio de Emeryville. Su trama sencilla, el nudo un tanto renqueante en Radiador Springs, y una duración excesiva para tan simple argumento, convirtieron a esta cinta en la menos apreciada de cuantas había estrenado Pixar. Ello no ha impedido que por segundo año consecutivo la compañía estrene otra secuela. Si el año pasado se lanzó la genial Toy Story 3, en 2011 ha sido el turno de Cars 2.

Rayo Mcqueen acaba de ganar su cuarta Copa Pistón, tras lo cual regresa a Radiador Springs para estar con sus amigos y con su pareja Sally Carrera. Lo que prometía ser un periodo de asueto pronto se verá interrumpido por una nueva competición creada por Miles Axlerod, magnate del petróleo, empeñado ahora en promocionar el biocombustible Allinol. Rayo Mcqueen viajará hasta Japón, Italia y Gran Bretaña para disputar las 3 pruebas del Grand Prix Mundial, acompañado por Mate, que le dejará en evidencia a la menor oportunidad con sus bufonadas pueblerinas. La grúa pronto se verá atrapada en una maraña de espionaje internacional y caerá en las redes de un grupo criminal que desea perpetuar el uso de combustibles fósiles. Mientras Rayo Mcqueen disputa sus carreras, Mate se verá abocado involuntariamente a enfundarse el traje de James Bond y salvar a su amigo y su propio pellejo.

Cars 2 no parece una película de Pixar. Se asemeja más a una obra menor de Dreamworks o de la Fox. En ella ha desaparecido toda la magia que caracteriza al estudio, no hay alma ni corazón detrás. Cuenta con un protagonista diferente, Mate, incapaz de lograr empatía en el espectador, y lo que es peor, cuenta con un argumento aburrido y pesado hasta la extenuación, además de un guión muy débil, que evidencian que este proyecto no ha sido tan cuidado como otros de la factoría, pese al enorme presupuesto. Un cúmulo de errores, bien por exceso de confianza o por falta de buen tino y errado criterio, que convierte a Cars 2 en el peor film de Pixar y en una muy floja cinta de animación por ordenador, reservada casi exclusivamente a los niños más pequeños y que debería haber sido lanzada directamente en DVD sin pasar por salas.

La trama de espionaje al más puro estilo Bond no funciona en ningún momento, convirtiendo el excesivo metraje en un pesado tostón. Las carreras y el propio Rayo Mcqueen, al contrario que en la primera parte, no gozan de tanta importancia, lo que desdibuja un tanto el conjunto. Si Rayo Mcqueen nunca fue un personaje carismático o profundo, mucho menos lo es Mate, el verdadero protagonista de Cars 2. A pesar del notable doblaje castellano, se pierde gran parte del espíritu de los personajes, ya que en la versión inglesa Mate es un paleto bienintencionado, mientras que en la versión doblada es directamente un estúpido sin luces. Owen Wilson añade mucha mayor cantidad de matices al personaje de Rayo, cuando aquí en España se le da un toque más juvenil, inmaduro y simple. Mate no conecta con el espectador, no hace gracia y eso pesa como una losa a lo largo de todo el metraje, en un conjunto que adolece de falta de humor.

El problema principal del argumento es que la propia premisa de partida es muy débil y poco interesante. El film lleva al espectador por un camino previsible, que no despierta su interés, que carece de toda originalidad, peca de falta de valentía, innovación y se cubre de conservadurismo. Por el contrario, la animación por ordenador, como viene siendo habitual en esta casa, brilla con luz propia, con unas ciudades magníficamente representadas, en especial Londres.

Un crítico de cine señalaba de forma recurrente la falta de atrevimiento y la carencia de originalidad de las producciones de Pixar, comparándolas siempre con la brillantez y portentosa imaginación de las películas del estudio japonés Ghibli, que mantiene excelentes relaciones con el estudio californiano. Tras ver las 12 películas en cine y revisar la mayoría recientemente en Blu-Ray, he de reconocer que las acusaciones de este analista no son baldías. Salvo en algunas ocasiones, Pixar suele pecar de falta de valentía y arrojo en sus películas, de tramas simples y de fácil digestión. Las películas de Ghibli son mucho más originales e imaginativas, de desarrollo impredecible.

Esto no quiere decir que las cintas de Pixar sean malas, ni mucho menos, puesto que la mayoría son excelentes, simplemente que los elevados presupuestos que manejan encorsetan en exceso la creatividad. Esto lo podemos comprobar en sus cortos, normalmente llenos de lirismo y de imaginación desbordante, gracias a que no deben lograr por sí solos recuperar la inversión global, lo que les dota de una endiablada libertad para poder experimentar. Wall-E, Ratatouille, la trilogía de Toy Story y los primeros 30 minutos de Up, son auténticas obras maestras del séptimo arte, pero otras como Buscando a Nemo, Bichos, Los Increíbles, Cars y el resto del metraje de Up, han sido algo sobrevaloradas y si se analizan en detalle, son extremadamente sencillas y no demasiado originales.

Cars 2 es por deméritos propios la película más floja de Pixar, como así lo atestiguan la mayoría de espectadores y las duras críticas que ha recibido, pero sobre todo es una obra pesada, que es lo peor que se puede decir de un film. Es excesivamente infantil, por lo que debería ser anunciada en la publicad de ese modo, presentando claramente al verdadero protagonista, Mate, y su vocación de spin-off sin ningún interés para el público adulto. Al igual que las continuaciones de El Rey León y similares, debería haber sido lanzada directamente al mercado doméstico. Incluso el habitual corto previo, en esta ocasión Toy Story: Vacaciones en Hawai, no goza de la misma experimentación que los anteriores, y pese a su dinamismo y humor no se puede comparar a las genialidades que han creado en las últimas décadas.

Valoración: