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Los Simpson, la Película Director: David Silverman
Intérpretes (Versión Original): Dan Castellaneta, Julie Kavner, Nancy Cartwright, Yeardley Smith, Harry Shearer, Hank Azaria, Marcia Wallace, Albert Brooks, Tom Hanks. Intérpretes (Versión Española): Carlos Ysbert, Margarita de Francia, Sara
Vivas, Isacha Mengíbar, Luis Bajo, Carlos del Pino, Juan Perucho, Julio
Sanchidrián, Abraham Aguilar. por Asier Sisniega
La serie de Los Simpson se atreve a tocar temas y mencionar personajes que
sin duda se escapan a gran parte de la población adulta, en gran medida debido
al alarmante analfabetismo cultural y también al grado de exigencia de la
serie, tanto en forma de conocimientos como de atención frente al televisor. Multitud
de epítetos pueden calificar a esta serie como se suele hacer con frecuencia. Un
humor irreverente, políticamente incorrecto, mordaz, que arrasa con todos,
incluidos los espectadores o la propia cadena que alberga el programa, el canal
conservador FOX, fruto una y otra vez de las iras de los guionistas de Los
Simpson, hasta el punto de que su propietario Rupert Murdoch ha intentado demandar
en numerosas ocasiones a los responsables de la serie de su propia compañía. El lago de Springfield es víctima de un volumen de residuos alarmante,
tanto que si se sigue arrojando más basura se llegará a un punto de no retorno
que conllevará la desaparición de la ciudad. Homer establece una estrecha
relación de amor con un cerdo, mientras que Marge se convierte en una mera
comparsa. Bart, ante la falta de afecto de su progenitor, se ve tentado por la
sempiterna bondad de Ned Flanders y sus acomplejados hijos. Lisa vivirá un amor
de primavera con un joven irlandés de nombre Colin que comparte con ella su
radical respeto por el medio ambiente. La relación de Homer con su amigo
porcino se traducirá en un enorme depósito de excrementos que Homer deberá
llevar a reciclar. Por el contrario, el destino quiere poner en el camino de
nuestro protagonista una partida de donuts gratuitos, por lo que se saltará el
proceso de reciclaje y optará, nadando en su propio egoísmo, por verter los
excrementos al Lago Springfield. Éste llega a una situación de colapso, lo que
llevará a Antes de comenzar a analizar la película conviene realizar algunas
observaciones. La primera, y muy valiosa para aquellos poco duchos en la serie
de Los Simpson, es que sus más elogiadas temporadas son las once primeras,
momento que coincide con el fallecimiento en España de Carlos Revilla, director
de doblaje, ajustador y voz de Homer Simpson, responsable asimismo de
expresiones tan populares como “¡multiplícate por cero!”. La duodécima
temporada coincide también con la victoria en las elecciones norteamericanas de
George W. Bush en Noviembre de 2000, momento que curiosamente supone una caída
libre en picado de la serie, que ahora se pasa a caracterizar por su estupidez,
vulgaridad, tramas inconexas y sin sentido, además de unos gags menos
elaborados y un doblaje español que se resiente mucho con la pérdida de
Revilla. La serie se convierte en una caricatura de sí misma, apenas reconocible
por sus seguidores, siendo una de las posibles explicaciones la ausencia de
algunos de los mejores profesionales del equipo responsable. La situación
continúa por esta senda hasta que en la temporada 17 se atisba una vuelta a los
orígenes, un humor mejor hilvanado y unas tramas por fin coherentes, logrando
casi olvidar el trabajo más pobre de doblaje. Con la temporada 18 finalizada en
Estados Unidos e inédita en España, servidor tenía la esperanza de que la
película de Los Simpson abrazara las virtudes de sus primeras once temporadas o
en su defecto las de la decimoséptima. Pese a contar con la mayor parte del
equipo que creó la serie y el esfuerzo de 11 guionistas que realizaron 158
borradores, el resultado lamentablemente se engloba dentro de sus temporadas
más olvidables. Veamos por qué. La película arranca con un comienzo de lo más prometedor. Green Day
interpreta a la guitarra el ya himno de Los Simpson y la pantalla encadena una
serie de magníficos gags que auguran un film a la altura de los mejores
momentos de la serie. A partir de ahí y conforme la trama avanza el conjunto
decae y languidece. La mayor duda que asaltaba a muchos seguidores era cómo iba
a resultar el estirar un capítulo de 20 minutos en una película de 87. El
precedente de la cinta de South Park invitaba al optimismo. Aún con todo, el film tiene momentos realmente conseguidos, en especial en
sus escenas finales cuando se recupera el ritmo y los chistes recuperan su
nivel inicial. Momentos como la aparición de Tom Hanks tratando de vendernos
una medida del todo fascista, o la impagable aparición de los personajes de
Disney de Bambi y En conclusión, los aficionados a la mejor serie de la historia de la
animación nos hemos encontrado con una película próxima a las peores temporadas
de la serie, con una trama y unos chistes que no se corresponden con el trabajo
de tanta gente laureada y que ha demostrado sobradamente su valía. El haber
pospuesto tantos años el estreno de la cinta no se refleja en la pantalla,
dando más muestras de agotamiento que de brillantez. Una verdadera pena,
especialmente dolorosa para el que suscribe. Por cierto, al final un personaje
anuncia una próxima cinta en cines. Esperemos que de ser cierto lo haga con
mayor brillantez que la que nos ocupa. No conviene confundir que aunque la
película sólo logre una serie de gags divertidos, la serie pierda su increíble
legado, una serie que por cierto no parece envejecer, con los temas pasados tan
candentes o más en la actualidad. Valoración:
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