Cine
Música Varios Informática Fotografías Relatos Quiénes Somos

Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio


Director: Steven Spielberg

Intérpretes (Versión Original): Jamie Bell, Daniel Craig, Simon Pegg, Andy Serkis, Nick Frost, Kim Stengel.

Intérpetes (Versión Doblada): Iván Labanda, Jordi Boixaderas, Juan Carlos Gustems, Aleix Estadella, Carlos Di Blasi.

Nacionalidad: Estados Unidos y Nueva Zelanda.

Duración: 107 minutos.

por Asier Sisniega

En la última década distintas noticias en los medios señalaban el interés de Steven Spielberg por realizar una adaptación de la mítica creación de Hergé, Tintín. Georges Remi (Hergé) tenía muchas reticencias a la hora de permitir que su joven personaje volviera a las pantallas de cine, dado el poco éxito que habían cosechado las anteriores cintas. El dibujante belga se quedó fascinado ante la maestría narrativa y audiovisual de las películas de Spielberg de la década de los 70 y comienzos de los 80, por lo que afirmó que él sería el único adecuado para llevar de forma fiel a los cines las aventuras de Tintín. Cuando el director de Cincinnati descubrió casi por casualidad, poco después del estreno de Indiana Jones en busca del Arca Perdida, los cómics del reportero, contactó con el autor, que se mostró encantado por su interés. El acuerdo para la cesión de los derechos se firmó tras el fallecimiento del creador, hecho que se produjo en las fechas en que el cineasta contactó con él. La dificultad para hacer viable el proyecto con actores de carne y hueso llevó a la caducidad de los derechos a mediados de los 80. Otros realizadores, entre ellos Jean Pierre Jeunet y Roman Polanski, lo intentaron en vano en los años posteriores. No ha sido hasta la última década cuando Steven Spielberg y Peter Jackson, apoyados en el desarrollo de las más modernas tecnologías, han decidido estrenar Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio.

Tintín se encuentra en un mercado, al mismo tiempo que un carterista hace de las suyas entre los transeúntes. El avispado periodista clava su mirada en una hermosa maqueta de un barco de tres mástiles, de nombre Unicornio, que no duda en comprar tras regatear con el vendedor. A los pocos segundos, el muchacho es abordado por otro cliente que le ofrece una cantidad mucho mayor a la pagada por él para hacerse con el navío. Lo mismo sucede poco después con otro hombre, dispuesto a conseguir el buque cueste lo que cueste. Tintín rechaza todas las ofertas. Tras un incidente doméstico, que implica a un gato callejero y al perro Milú, el barco se cae al suelo y su palo mayor se rompe, dejando caer de su interior un cilindro que termina bajo una cómoda, sin que el protagonista se de cuenta de su existencia. Los policías Hernández y Fernández, siempre tan incompetentes, son incapaces de dar con el ladrón de carteras. Más tarde, Tintín encuentra su casa patas arriba, pero no echa en falta ningún objeto de valor. Milú le sitúa en la pista del cilindro caído del barco y de este modo encuentra el primer pergamino del tesoro de Rackham el Rojo. Tras visitar una biblioteca y el domicilio de Sakharine, uno de los que intentó comprarle el buque en el mercado, Tintín se verá envuelto en un tiroteo y en un secuestro, lo que le llevará al navío Karaboudjan, donde conocerá al capitán Haddock, descendiente de Francisco de Hadoque, y que se convertirá en su amigo inseparable.

Este proyecto, largamente acariciado por Steven Spielberg, por fin llega a nuestras pantallas. El cineasta abandona sus técnicas de rodaje tradicionales y se embarca, junto a su equipo habitual, en la filmación de su primera película de animación completamente digital. El director neozelandés Peter Jackson le animó a que abandonara la idea de hacer una película de acción real con actores en carne y hueso, en favor de un mundo digital que hiciera justicia a las aventuras de Hergé. Los dos laureados realizadores visitaron el lugar donde James Cameron rodó Avatar y utilizaron durante una semana las técnicas desarrolladas por éste, con la intención de completar 20 minutos de metraje de prueba. El procedimiento empleado de captura de movimiento permite visualizar la escena procesada en un entorno digital a la vez que los actores realizan su interpretación. La calidad del resultado convenció a ambos, por lo que decidieron embarcarse en esta obra, a la que seguirán otros dos filmes si obtiene el éxito esperado.

Hergé tenía razón. Opinaba que Spielberg haría justicia a su personaje y así ha sido. El Secreto del Unicornio conserva en todo momento la esencia de los cómics de Tintín. Sus personajes son respetados y tratados con cariño, lo cual no se puede afirmar de todas las adaptaciones que se han hecho del noveno arte. La puesta en escena es brillante, con un nivel de detalle impecable, que supera de largo lo visto en Beowulf y Polar Express, ambas de Robert Zemeckis, manteniendo la sensación de viñeta animada, de personajes realistas que no abandonan su vis cómica creada a base de líneas claras. El uso de la cámara virtual proporciona a Spielberg completa libertad para saltarse cualquier limitación física que impone un rodaje normal, ejecutando movimientos de cámara constantes, brillantes transiciones y travellings imposibles.


Si a este cuidado trabajo unimos la banda sonora de John Williams, la fotografía supervisada por Janusz Kaminski, la postproducción a cargo del propio Peter Jackson, el mimo puesto por los responsables de la dirección artística de Avatar y el buen hacer del supervisor de efectos especiales de esta última, Joe Letteri, nos encontramos ante un producto de primer orden, que trata con un reverencial respeto a los espectadores, sean de la edad que sean, y a los seguidores de los cómics de Tintín. El guión es preciso y el argumento no está exento de cierta complejidad, por lo que puede hacer difícil su completa comprensión a aquellos espectadores de menor edad o a aquellos que sólo desean acción directa sin parlamentos. Tras el guión se encuentra, entre otros, Edgar Wright, responsable de las estupendas Zombies Party y Arma Fatal.

A destacar la excepcional secuencia en el desierto en que Haddock narra las desventuras de su antepasado Francisco de Hadoque, mientras a base de flashbacks vamos viendo las peripecias de éste en 1698. Esta sección es tan sobresaliente, que supera incluso a esa parte en el cómic original, que se desarrolla en un lugar completamente distinto. Existen numerosas divergencias con respecto a las tres obras que inspiran el film (El Cangrejo de las Pinzas de Oro, El Secreto del Unicornio y El Tesoro de Rackham el Rojo). Pese a las diferencias, la base fundamental y muchos detalles se encuentran presentes. Los cambios han sido sin duda necesarios, ya que no es lo mismo un largometraje que una historieta en viñetas.

En el plano negativo, poco se puede mencionar. Quizás la parte final adolezca de cierta falta de pegada a nivel narrativo. Algo similar a lo que le ocurrió a Spielberg con desenlace de La Guerra de los Mundos. En le persecución que tiene lugar en Bagghar, al igual que sucedía en la escena de la selva en Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, Spielberg se deja llevar por el exceso, hasta el punto de que la secuencia parece más propia de un videojuego que de una película. No en vano el director siempre ha demostrado afición por las videoconsolas e incluso ha participado en algún proyecto reciente.

En lo referente al doblaje a nuestra lengua, hubiera sido deseable el haber contado con otro profesional para el papel de Haddock, puesto que la voz de Jordi Boixaderas no consigue ofrecer lo que se espera del capitán. Boixaderas es el doblador habitual de Daniel Craig, que paradójicamente pone sus cuerdas vocales al servicio de Sakharine en la versión inglesa. 

En mi preadolescencia leí todas las historias de Tintín en numerosas ocasiones. Si usted también disfrutó de sus aventuras en la juventud, gozará mucho de esta película. Aún no siendo así, cualquier buen aficionado al cine sabrá paladear sus virtudes. Steven Spielberg es un director superdotado, que, pese a estar a punto de cumplir 65 años, nos sigue dejando magníficas obras y que vuelve a demostrar su inagotable talento, esta vez en el cine de animación. Esperemos que la cinta sea un éxito económico mundial y podamos ver las dos siguientes adaptaciones.


Valoración: