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El Hundimiento





Director: Oliver Hirschbiegel

Intérpretes: Bruno Ganz, Alexandra Maria Lara, Corinna Harfouch, Ulrich Matthes, Juliane Köhler.

Nacionalidad: Alemania e Italia.

Duración: 150 minutos.

por Asier Sisniega

Desde Alemania nos llega este acercamiento a la figura de Adolf Hitler, una película que despertó polémica antes de su estreno por lo delicado del tema, y que ha terminado siendo un éxito de público con una audiencia de más de 5 millones de compatriotas, además de ser la representante del país teutón en la noche de los Oscar, para la cual está nominada en la categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa.

 

La película comienza con la selección por parte de Adolf Hitler de la que será su secretaria en los últimos dos años y medio de su vida. Tras elegir a la jovencísima Traudl entre cinco candidatas, la acción se traslada a un Berlín que comienza a sentir la virulencia de los ataques de artillería soviéticos. Asistiremos a la diversidad de opiniones y los enfrentamientos entre los más altos cargos alemanes ante la inminente derrota. Muchos son los que tratan de huir de un Berlín sitiado, al ver que el Tercer Reich toca a su fin. Adolf Hitler tratará de dirigir a sus tropas descompuestas contra un ejército rojo que les multiplica en número de combatientes y en armamento.

 

Muy interesante película acerca de los últimos doce días de la vida de uno de los personajes más atroces de la historia de la Humanidad. Adolf Hitler es presentado como un hombre de buenas maneras, capaz de tratar con cortesía a sus secretarias, pero que una vez enfundado en su papel de Führer es capaz de expresar con sus palabras las mayores locuras y el total desprecio por cualquier forma humana. En una evolución de pocos días, veremos como un hombre de 56 años va cayendo en la más absoluta decrepitud, transformando esos 12 días en una losa de 12 años. Resistió a arrojar la toalla hasta el último momento, incapaz de asumir lo inevitable, y sin ocultar sus debilidades al resto de subordinados, mostrándose como un ser humano débil capaz de llorar por haber fracasado en su “misión”. Bruno Ganz, veterano actor suizo, cuyo parecido físico es más que notable, deja sin aliento al devolver a la vida al gran monstruo del siglo XX. Una interpretación que se mueve entre la imitación más fiel y el buen hacer de un actor ya más que consagrado.





El film cuenta con un muy amplio reparto de actores secundarios, que aporta complejidad a la historia, lo cual por momentos llega a tener consecuencias negativas si el espectador medio desconoce alguno de los cargos alemanes. Esto resta cierta inmersión en la película, pero no impide que sea perfectamente comprensible. Alexandra Maria Lara dota a su personaje de esa inocencia propia de una joven impresionada por lo que tiene a su alrededor, incapaz de ver más allá, y conscientemente ignorante de las atrocidades de la II Guerra Mundial. Sobrecoge ver la frialdad del matrimonio Goebbels, que prefirió asesinar a sus 6 preciosos hijos a verles crecer en un país no regido por el nacionalsocialismo. La escena en que sus débiles mandíbulas parten las cápsulas de veneno encoge el corazón de incluso el espectador más indiferente. Del mismo modo, se muestra correctamente el entorno que rodea a la derrota, el fin de unos ideales, que muchos evitan suicidándose. Una película que pone de manifiesto sin efectismos cómo un ideario colectivo equivocado puede conducir a la debacle de un pueblo culto y trabajador, desde la llamada a filas de niños de no más de 12 años hasta la lucha sin sentido de gente no entrenada y que mueren como perros. Asimismo, el film también se aproxima a la deserción de parte de los militares, que tratan de salvar su vida aproximándose al lado vencedor.





Una película de buena factura, con una ciudad tan gris y fría como los momentos que muestra, pero que se resiente en su ritmo hacia la hora y cuarto donde nota un bajón importante. Hasta entonces la mezcla de bunker con escenas exteriores era más equilibrada, pero hacia la mitad el búnker toma el protagonismo, recuperando nuevamente el camino correcto hacia la media hora final. Por tanto, film muy recomendable para cualquiera que quiera saber más detalles sobre ese periodo de tiempo que marcó el futuro de lo que ahora somos, y que nos aporta la novedad del propio punto de vista alemán, o por lo menos de su director.

 

Valoración: