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Team America Director:
Trey Parker Intérpretes (Versión Original): Trey Parker, Matt Stone, Kristen Miller, Daran Norris, Phil Hendrie. Intérpretes (Versión Doblada): Miguel Ángel Varela, Jordi Boixaderas, Javier Balas, Mar Bordallo, Miguel Ángel Montero, Ana Jiménez. Nacionalidad: Estados Unidos Duración: 98 minutos. por Asier Sisniega Trey Parker y Matt Stone, responsables de la punzante serie South Park, abandonan los dibujos animados poco elaborados para adentrarse en un mundo plagado de marionetas sin abandonar su mala leche habitual. Estados Unidos ha formado una fuerza policial llamada Team America, cuyo objetivo es la lucha contra el terrorismo internacional y la eliminación de las armas de destrucción masiva. Para lograr esta difícil misión deben reclutar al joven actor de Broadway Gary Johnston y así sustituir al recientemente fallecido líder de los Team America. Con base en la montaña Rushmore, los protagonistas deberán acabar con indeseables terroristas musulmanes de las calles de París, Egipto y derrocar al dictador de Corea del Norte que se ha hecho fuerte con el apoyo de los GAYS (Grupo de Actores Yankees). Así, personajes antibelicistas como Tim Robbins y su esposa Susan Sarandon, junto con Sean Penn, Liv Tyler y otros muchos más, se enfrentarán a la política internacional del Team America. Homenajeando a series como Thunderbirds o
Power Rangers, los creadores de Team America se colocan en
posición de
despotricar contra todo el mundo, algo que ha irritado a más de
uno. En esta
película, al igual que sucedía en South Park, salen mal
parados todos los
personajes, se ridiculiza el sentido del patriotismo americano y su
actual
política internacional de atacar sin consentimiento y sin
preocuparse por los
posibles daños colaterales. Los Team America son presentados
como un grupo de
americanos que entran en cualquier país como un elefante en una
cacharrería,
movidos por los hilos del poder como marionetas que son. La
crítica no termina
aquí, y despotrican contra muchos de los actores movilizados en
contra del
Gobierno Republicano de George W. Bush, falleciendo absolutamente todos
en el
film de forma violenta y sacando a la luz una cierta hipocresía,
que no ha
sentado nada bien en gente como Tim Robbins y Sean Penn, amén de
que ninguno de
ellos ha dado autorización para aparecer en el film. Peor
parados salen otros
como Matt Damon, reducido a un imbécil que a duras penas logra
articular su
nombre. Destaca la gran cantidad de marionetas y
escenarios utilizados durante la película, así como lo
bien logradas que están
las expresiones faciales de los protagonistas. El hecho de que los
hilos
aparezcan a la vista o que el deambular de los personajes sea
lamentable no
busca otra cosa que un cierto toque cutre, algo que la película
no es, y que en
South Park se elevaba a la máxima expresión. Los elementos
que nos vamos a encontrar son
los propios de estos creadores, lenguaje soez plagado de palabras
malsonantes,
toques de humor zafio y mucha mala uva. No podían faltar las
canciones de letra
destructiva, así como los vómitos y demás
secreciones. En su primer tramo la
película puede parecer suave en su lenguaje, con algunos
momentos de humor
inteligente y escenas románticas, para después ir tomando
ritmo hasta alcanzar
el sumun de lo políticamente incorrecto, humor de la naturaleza
más básica,
pero que garantiza las carcajadas del público, como la
relación sexual entre
los protagonistas que mucho recuerda a las fotos de Barbie y Ken que
aparecen
en algunas páginas de humor en internet, sin olvidarnos de una
épica vomitona a
la salida un bar, escena magníficamente acompañada de una
música “adecuada”
para el momento. Se echa de menos la aparición del
presidente
Bush, y su correspondiente ridiculización, pero a buen seguro
vieron amenazados
sus beneficios y prefirieron cebarse con un Michael Moore glotón
y convertido
en terrorista antiamericano. En cuanto al argumento de la
película, éste no
está del todo logrado, la película presenta demasiadas
calvas en su metraje, y
todo se reduce a esperar el siguiente gag, que en este caso son mucho
menos
numerosos que en la película de South Park. Del mismo modo, se
echa en falta,
como siempre en su cine, un humor más inteligente y no tan
primario, y la no
inclusión de una amplia galería de personajes de la
escena política
norteamericana para evitarse problemas. No es una gran película, ni mucho
menos, pero
su visión es recomendable por el modo tan hilarante con que se
toman la situación
internacional cuando apenas hace tres años y medio del 11 de
septiembre.
Esperemos que en sus próximos trabajos Trey Parker y Matt Stone
elaboren más el
argumento y no lo dejen tan sólo en la idea de partida. Valoración:
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